23.11.09

RBD09/OMG!

Más allá de las reflexiones sobre el evento, que publiqué acá, el RosarioBlogDay me dejó un par de certezas que, as usual, son frustrantes:
1. Mi marketing personal no es malo, ni siquiera es penoso, es catastrófico (lo describiré en breve porque vale la pena compendiar todo lo que NO hay que hacer).
2. Cada vez que tengo indicios de lo que afirmo en el punto 1 me prometo mejorar y, por supuesto, nunca lo hago.
3. Mi presencia en eventos web –que agradezco profundamente– se debe más a mi vida real que a la virtual (o a razones que me resultan indescifrables).
4. No soy blogger. Tengo un blog, en realidad, tengo dos: éste y el otro.
5. Jamás me compraría un cigarrillo electrónico después de haber escuchado que es como un "consolador" o como "fumar Glade Toque".

Last but not least (y fuera de la enumeración porque es puro gossip): a Darío Gallo las fotos no le hacen justicia. En persona se lo ve notablemente más delgado y mucho menos circunspecto.

14.11.09

Conectadas

El que sigue es el texto de cierre de la jornada Mujeres OnLine LatAm.

Las mujeres siempre estamos conectadas. Estamos online de la mañana a la noche, los siete días de la semana, los doce meses del año.
Estamos conectadas con nuestras parejas, amantes, amigos con derecho a roce, esposos y touch and go. Conectadas con sus preocupaciones, problemas y estados de ánimo.
Estamos conectadas con nuestros hijos que, sean chicos o grandes, mantienen en excelente estado de conservación el cordón umbilical –bueno, a veces también colaboramos nosotras– y aunque se haga flexible y elástico, no termina de cortarse.
Estamos conectadas con nuestros amigos y amigas que nos sostienen y nos acompañan y a los que sostenemos y acompañamos tanto cuando hay que festejar como cuando las fuerzas nos abandonan.
Estamos conectadas con desayunos, almuerzos, meriendas y cenas –¿alguna vez pensaron que una familia tipo consume mensualmente cuatrocientas cuarenta y ocho comidas? No, claro, mejor no pensarlo–; con cumpleaños y celebraciones. Con tareas escolares, orientación vocacional y consultoría sentimental y existencial de hijos, amigos y familiares.
Estamos conectadas con el lavarropas, el secador de pelo y/o la planchita. Con el microondas, la lustradora y la aspiradora. Y, a veces, con aparatos que, aunque son horribles, adelgazan, tonifican, rejuvenecen y embellecen. Conectadas con la moda. Con nuestro cuerpo al que invariablemente le sobra o le falta algo en algún lugar preciso (o en muchos). Con el pelo que nunca es el que hubiésemos querido tener.
Estamos conectadas con nuestras emociones que van desde la ternura a la ira, pasando por la envidia inconfesable, la pasión desenfrenada y el odio visceral.
Estamos conectadas por igual con lo que sucede en nuestra casa y con lo que pasa en el mundo.
Conectadas con nuestros trabajos, profesiones u oficios. Con los desafíos que se nos presentan cada día y que afrontamos con el coraje y el entusiasmo que sólo las mujeres podemos encontrar bajo las numerosas piedras que tiene el camino.
Estamos conectadas. Estamos online.
También en la web, ese espacio que utilizamos para chismosear o buscar una receta de cocina o comprarnos ese par de aros divinos cuya misión más importante será hacernos sentir lindas. Pero sobre todo para expresarnos, para crear, para crecer y para estar en red con otras mujeres.
Somos multitasking. Siempre estamos haciendo varias cosas al mismo tiempo y, lo más importante, sin dejar de pensar en lo que deseamos y cómo lograrlo.
Hemos pasado mucho tiempo observando qué hacen los hombres y cómo lo hacen. Y, por lo general, llegamos a la conclusión de que si hiciéramos las mismas cosas, las haríamos de una manera muy diferente.
En ese tiempo de observación, registramos y procesamos información acerca de confusiones, rutas fallidas e intentos truncos. Y ahora que estamos en el camino, nos enfocamos en nuestros objetivos, no nos distraemos –porque ya se habrán dado cuenta de que hacer muchas cosas simultáneamente no es estar distraídas– y, por supuesto, no nos perdemos.
Sabemos que postergar no es lo mismo que renunciar. Y sólo postergamos. Es decir, tomamos decisiones que a veces son dolorosas pero no nos rendimos porque somos conscientes de que en nuestros sueños está el motor que nos impulsa.
Y todo eso es porque siempre estamos conectadas.

11.11.09

Aquí, allá y acullá

Resulta que antes de esto viene esto otro.
El próximo viernes estaré torturando oyentes en Mujeres OnLine LatAm.
Fui gentilmente invitada por las organizadoras a cerrar el evento.
Para quien quiera participar de la experiencia y, de paso, aportar a mis tribulaciones relacionadas con el pánico escénico, Mujeres OnLine se realizará el viernes 13 (por suerte, la superstición nada dice de hablar en público) en la Universidad de Palermo entre las 9.30 y las 17.00.
¡Gracias, Paula!


9.11.09

¡Algo habrás hecho, Laurita!

Hace dos años asistí a la primera edición del Rosario Blog Day.
Ahí conocí a personas con las cuales hasta el momento había tenido sólo vínculo virtual y con las que desde entonces nos mantenemos en frecuente contacto "tradicional".
El próximo RBD se llevará a cabo el 21 de noviembre en el Centro de Expresiones Contemporáneas a partir de las 10.00. En esta oportunidad, fui invitada a participar como disertante en la mesa con que se abrirá el evento y cuyo tema es "La blogosfera actual: evolución y actualidad de la blogosfera".
Compartiré el espacio con Vanina Berghella y con un tercer integrante a confirmar.
En principio, me tengo que poner a pensar en qué anda la blogosfera por estos días y, de ser posible, tener alguna idea de hacia dónde va.
No dejo de preguntarme qué he hecho en los últimos dos años para merecer esto de pasar de la platea al escenario. Y mi voz interior no deja de responderme "¡Algo habrás hecho, Laurita!".
¡Gracias, Marta!

7.11.09

Estado

Hace unos días me llegó la invitación para probar Google Wave.
Mientras curioseaba la novedosa aplicación, llegué al ineludible "perfil" que uno puede completar como más le plazca: nombre, foto, website y estado.
Ese último campo a completar desató en mí una serie de alternativas, todas alejadas de lo esperable y a cual más ridícula.
Estado: deplorable.
Estado: a reciclar.
Estado: en franca decadencia.
Estado: de progresiva degradación biológica.
Estado: necesita inversión.
Estado: divorciada (ya sé, ese es el estado civil, pero también lo pensé).
Estado: excelente motor, carrocería dañada.
Estado: vegetativo.
Estado: animación suspendida.
Estado: de conservación.
Estado: alterado.
Como es de suponer, el campo quedó vacío.